lunes, 7 de noviembre de 2011

Daños causados por piojos

Enfermedades de la Piel por Piojos



Enfermedades de la Piel por Piojos


¿Qué diferencias hay entre piojos, liendres y ladillas?


Estos términos son frecuentemente utilizados indistintamente, de forma incorrecta:


Los piojos son los insectos pertenecientes a las 3 especies mencionadas, que afectan a cabeza, cuerpo y pubis.
En esta última localización, los piojos se denominan clásicamente "ladillas"(por lo tanto, como sinónimo de la pediculosis pubis).
Las liendres son los huevos depositados por los piojos en el tallo de los pelos de la zona infectada, y que serán el origen de nuevos individuos. Su hallazgo es especialmente importante para el diagnóstico de la pediculosis, debido a que encontrar a los insectos suele ser mucho más complicado.


¿Cómo se contagian los piojos?


La infección por piojos se adquiere al entrar en contacto con los insectos adultos o liendres vivas. Una vez en el nuevo hospedador, la hembra pone los huevos o liendres, en el tallo del pelo en las formas capitis y pubis, mientras que en la corporal los pone en las costuras de la ropa.


Mientras que las pediculosis corporales están íntimamente relacionadas con la mala higiene del individuo, no ocurre lo mismo con las pediculosis de la cabeza, donde ni siquiera los lavados regulares de cuerpo y cabeza evitan su aparición.


La pediculosis de la cabeza no distingue nivel socioeconómico, cultural, edad ni sexo.. El mecanismo de transmisión más frecuente es de cabeza a cabeza, pero también es importante el contagio mediante el uso de útiles de aseo (peines, cepillos) o ropa infectada (sombreros, gorros. bufandas), donde el piojo puede sobrevivir durante varios dias.


Si bien cualquier persona puede infectarse, la parasitación por piojos de la cabeza se da sobretodo en niños de 6 a 10 años y en mujeres.


Son más propensos los niños con cabellos finos y claros, en los que además es más difícil distinguir las liendres. Aunque tradicionalmente la infestación por piojos se produce en poblaciones con malos hábitos higiénicos, estos insectos prefieren vivir en la piel limpia; por eso es tan fácil que una persona que mantiene una higiene correcta se contamine.


Sintomas


En algunos casos, los piojos no producen ningún síntoma; sin embargo, lo más frecuente es que produzcan picor significativo, y que se detecten cuando se observa a los niños rascarse en el colegio, lo que conduce al examen del cuero cabelludo.


No suele ser sencillo encontrar a los insectos adultos, que normalmente se encuentran en escaso número y además se desplazan rápidamente por la cabeza; lo que siempre se encuentran y son diagnósticas es la presencia de huevos o liendres. Éstas son ovaladas, brillantes y de color grisáceo-amarillento, y se encuentran firmemente adheridas al tallo del pelo, a 0"5 cm del cuero cabelludo. Puede ser difícil diferenciarlas de pequeñas escamas, si el niño tiene caspa, pero son identificables por la dificultad para su eliminación, que requiere peines finos o incluso quitarlas una por una.

Las zonas de la cabeza más frecuentemente afectadas son la nuca y detrás de las orejas, donde es frecuente encontrar el cuero cabelludo irritado, enrrojecido por el rascado y con costras adheridas, además de pequeños granitos rojizos que posiblemente representan picaduras del insecto. Debido a que en muchos casos estas heridas se infectan, los niños pueden mostrar fiebre o adenopatías inflamadas en la zona del cuello.


Tratamiento


Debe combinarse la aplicación de un tratamiento farmacológico eficaz en la zona afectada, junto a la adopción de medidas higiénicas estrictas para mejorar la efectividad del tratamiento y la aparición de nuevos casos.


Existen diversos compuestos de gran actividad frente a la infección cutánea por piojos; pertenecen al grupo de piretrinas y piretroides, entre los que la permetrina se considera actualmente como el tratamiento de elección por su gran actividad y ausencia de efectos adversos.


El champú de lindane, tratamiento clásico y eficaz, debe evitarse en niños pequeños y mujeres embarazadas debido al riesgo de absorción y toxicidad neurológica.


El dermatólogo debe pautar el compuesto más indicado en cada caso, que requiere normalmente pocas aplicaciones para ser efectivo. Suele recomendarse un segundo ciclo, con una latencia de varios dias, para asegurarse la eliminación de liendres viables, remanentes en el cuero cabelludo. 


Después de realizar el tratamiento de forma adecuada, quedarán las liendres muertas adheridas firmemente al tallo del pelo. En la práctica, es conveniente retirarlas por completo mediante el uso de peines finos o "liendreras", ya que en caso contrario no seremos capaces de confirmar si la infección se ha eliminado por completo, o si permanecieran algunas liendres vivas que pudieran ser el origen de un nuevo episodio de pediculosis. 

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